martes, 6 de mayo de 2014

El Micro y Yo, Historia de un Amor Loco. Yo era un Romántico, me Llamaban: Kase O



Eran exactamente las 7:00 pm y todavía esperábamos el convoy en el anden del Metro Mixcoac. Ibamos retrasados, de nuevo, igual que cuando el toquín de Violadores. Debíamos llegar en menos de una hora al Salón José Cuervo, otra vez. ¿La causa del retraso? La de siempre: los morros y sus drogas. La generación que nació en los noventa tiene más urgencia por escapar de la realidad que ninguna otra. Eso es seguro.
Por eso, durante el trayecto, me puse mis audífonos y me ensimismé.
En cada estación pensaba en Rafael Lechowski, en Javier Ibarra, en el Jazz, en el Blues, y en cómo hasta hoy en día, el Hip Hop es el único género que los ha devuelto a las calles. También pensaba en las razones de peso que había tenido para gastar los putos $350 pesos de mi boleto, en lo grato que quizás me depararía el concierto, en el contenido del libro de poemas de Rafael, en Muddy Waters, en Tony Morrison, en BB King, en John Coltraine, en Paul Desmond, en Walter Mosley, en la música, en el cine, en la literatura, en la vida misma, en todo lo que relacionaba obsesivamente con el evento. En la melancolía, por supuesto. Y en por qué tantas cosas suelen acosarme todo el tiempo, de esa manera.
Saliendo de la estación San Joaquín olvidé inmediatamente ese rollo y apreté el paso para llegar lo antes posible.
Durante todo el tramo, discretamente procuraba distanciarme de los morros lo más que podía. Cuatro chicos y una chica llevaban un Capitán Morgan que paso a paso se empinaban en plena vía pública. Yo no tenía miedo, ni mucho menos me irritaban. Simplemente no quería vender mi boleto para pagar una probable mordida con los puercos.
Unas diez calles más tarde torcimos en Moliere, reduciendo la marcha.
Algunos grupos de polis aguardaban a lo largo de la calle, principalmente frente a la entrada de una tienda casi a la vuelta del Salón. Era evidente que el changarro hacía su agosto con la venta desmedida de chelas.
Sin prestar más atención a los alrededores, nos formamos en la larga fila del Salón y avanzamos por trechos. El acceso era más controlado, comparándolo con lo de Violadores.
En el último retén, una empleada del sitio me sonrió y me dijo: «disfrútalo un chingo», mientras comprobaba con una especie de Palm el número de serie de mi boleto. Le correspondí apenas sonriendo y me apresuré hasta la estancia, emputándome instantáneamente al comprobar que el toquín ya había iniciado.
Sin importarme los demás, acudí al baño y luego me mezclé entre la multitud, incorporándome al relajo. Sin esfuerzos me abrí paso casi hasta llegar al escenario. Había menos concurrencia que en Violadores. Cualquiera podía desplazarse por doquier sin dificultad. Me detuve a cuatro personas de la barra de contención y presté atención hasta que comenzó la siguiente rola de Lechowski. Las luces laterales iluminaban por completo, con un rojo mortecino, el escenario. Veía todo con comodidad y claridad. Rafael flipaba y flipaba sin pausas. Por la boina que traía puesta, me imaginé a Pablo Neruda de joven, rapeando. Con cada compás, sus músicos creaban un ambiente reposado. En breve me sentí agusto. La acústica era perfecta. Los bramidos del rock de siempre habían sido sustituidos por los ritmos tenues y melodiosos del jazz.
Me lo pasé escuchando unas cuantas rolas sin tararearlas. Prefería centrarme sólo en la música. En esos momentos, el jazz en vivo me demostraba su fuerza y seducción al oído. Incluso mucho más que las letras o las voces del raper. El sax era el que más me cautivaba y apaciguaba de sobremanera. Luego de tres rolas la cosa se puso buena cuando el sax emitió un chillido que reconocí al momento, y entonces Rafael soltó el estribillo:
Cualquiera puede ser cualquiera. Ser distinto: un castigo. Cómo quieres que no hable de mí si sólo hablo conmigo. Bebo sin motivos, pero al menos me motivo. Sólo intento estar activo. Me deprimo si no escribo...
Honestamente, sólo reconocía tres rolas de Rafa. Pese a ser un rapero de trayectoria y prestigio, nunca me había interesado su trabajo hasta que produjo "Donde Duele Inspira", un disco en el que era obvia la influencia Bukowskiana. Incluso, aquel trabajo me había atrapado hasta que hubo una "reedición" con bases Jazzeras.
 Sin desconcentrarme de la rola reí un poco al pensar: ¿Cuántas personas seguían a payasos como Silvio Rodríguez, Nicho Hinojosa o Pablo Milanés? ¿Cuántos ilusos reproducían el cliché de la trova, considerándola como un ritmo poético y contestatario? ¿Nadie recordaba a Víctor Jara? ¿Cuántos eran amantes de esa lírica abstracta que sólo encubre vacío, delirio e ignorancia?
Rafael rapeaba tan bien que armonizaba con el género. Proyectaba en conjunto con sus músicos dolor, seriedad, ternura, e inteligencia. Acepté que tenía carisma en el escenario, pero no el suficiente como para hacerme bailar. De repente me desentendí del escenario y me agradó mirar a los lados y descubrir que muchos estaban realmente enganchados a su rap.
... Mi vida es un free style sin buissnes por acostarme cuando todos se visten y amanecer triste...
Rafael era bohemio. Sin lugar a dudas, un rapero muy bohemio. Tanto que ya lo consideraba parte de mi club imaginario.
Entre cada rola, Rafael alternaba la recitada de algunos de sus poemas. Que me perdonen las letras, pero en ese aspecto no me parecían tan buenos. Me resultaban demasiado tibios, demasiado melosos. En esencia, carecían de la garra y la sinceridad de sus raps.
 Los chavillos a mi alrededor coreaban y coreaban.
En cierto momento, Rafael empuñó con más ímpetu el micro y recitó: Soy Loco Por Ti.
... Por ti trasnocho, por ti derrocho lo poco que tengo para convertirlo en verso y me emborracho...
... Yo no sé lo que quiero ser. Hay un agujero en mi bolsillo que ni me apetece coser...
... Si el aislamiento es el premio, recompensa al pensamiento. Para otros un día más de soledad y aburrimiento...
A mitad de la rola, todos se desgañitaron coreando: Yo Soy Loco Por Ti...
Tuve un dilema: ¿Alguien me ha vuelto loco o me he vuelto loco para alguien?
... Y sólo envidio a los que no nacen todavía. Para ellos será lo que tú y yo crearemos algún día...
Siempre escribimos para el resto. Y muchas veces, para alguien en especial.
Escuché y escuché más rolas hasta que al final reconocí la tonada del sax y  la letra que más me eran preferidas:
No sé paliar mi odio con el crono en movimiento...
Por Amor al Odio me suponía su mejor letra. Artesano del Arte Insano también era muy buena, pero aquel track me resultaba el más profundo de todo su repertorio:
... El tiempo pasa. Un día más es un día menos. Al menos ya no nos echamos de menos si no nos vemos...
Recuerdo a muchos, extraño a pocos, y me olvido de mí mismo. Así funciono.
De repente el evento me supuso más una rica velada que un excitante concierto. Rafa lo estaba consiguiendo. Poco a poco creaba con el público una atmósfera más emotiva.
... Canciones de amor para corazones con odio...
... o estoy loco por hablar de amor en tiempos de odio...
Aunque me enjugué la frente con mi sudadera varias veces, no tuve necesidad de quitármela. La temperatura era soportable. Podías estirarte con soltura. Nada te impedía mirar y escuchar a la perfección.
... Me ajusto a la vida pero la vida no es justa: quien yo quiero no me quiere y quien me quiere no me gusta...
Cerré los ojos y traté de imaginar cuántos hemos estado inmiscuidos en una circunstancia así. La cifra superó mi imaginación. ¿Cuántos saboreábamos en el paladar ése amargo sabor a fracaso?
Justo en el solo de la pista, el público aplaudió eufórico.
... No doy clases de amor. Escribo frases para amar...
A veces, amamos en las letras a quien no te lo permite en la vida real.
... Odio las malas caras. Sospecho de las sonrisas...
Siempre en busca del punto medio: la sinceridad.
Después de esa rola, Rafa interpretó una versión rapera de "Bésame Mucho". Todos la coreamos cautivados. Y finalmente, tras una larga improvisación y unos últimos versos, se despidió del escenario.
Vi el reloj en la pantalla de mi iPod. Ya eran las 9:00 pm. Rafael había tocado exactamente una hora.
Las luces del recinto se atenuaron y el audio disminuyó hasta un nivel apenas perceptible.
Sin darme cuenta, un chico a mi lado se desplomó de espaldas, empujando a varios a su alrededor. Otros cuatro o cinco lo auxiliaron inmediatamente, y después de diez minutos, volvió a ponerse en pie. Escuché que, para variar, había fumado demasiada mota.
 
Al cabo de media hora, entre las pruebas de sonido de la siguiente banda, entre risas y abucheos, las luces y el audio se apagaron por completo, y de repente, el cascabeleo de unas maracas silenció a la audiencia.
Un par de reflectores se encendieron, apuntando al percusionista. Después de un par de minutos, el bajo le acompañó, y la batería, y la guitarra, y el sax, y así sucesivamente hasta que Los Magnéticos por fin aparecieron alineados ante nosotros.
 Congas, maracas, bombos, solos de lira, slaps de bajo: todos esos sonidos en conjunto iniciaban la fiesta.
Justo en el clímax de la improvisación, Kase O apareció por el costado izquierdo, llegando al centro del escenario, y dijo:
—¿Cómo estáis, DF, cómo estáis, México? Iau. Qué felicidad, hermanos. Qué felices nos hacéis. ¿Estáis felices? Venid a pasarlo bien, a ser felices, ¿ok? Aquí está Kase O y Jazz Magnetism...
Se veía muy alegre, pero a decir verdad, menos eufórico que la última vez con Violadores.
—... Yo sé que la gente que viene a vernos es gente imaginativa, es gente creativa...
Eso nadie podía discutírselo. Sin duda, la gente más creativa es atraída por alguno de los cuatro elementos del Hip Hop. El verdadero arte surge en las calles. Y el Hip Hop es la calle.
—... Vamos a imaginar cosas, vamos a crear cosas esta noche, ¿o qué? Queréis crear, queréis  imaginar, queréis expresaros, queréis bailar, ¿sí?
Imaginar, expresar, crear, bailar. Imaginar es una forma de crear. Crear es una forma de expresarse. Expresarse es una forma de bailar. Bailemos al imaginar. Si falta algo de lo anterior, entonces todo queda reducido a un soso disparate.
—... Vamos a imaginar que esto ya no es el Salón José Cuervo, que esto es el vientre de una madre y que todos somos niños a punto de nacer...
Maravillarse cada vez que uno escucha su música preferida es un renacer constante. Lo juro.
—... Vamos a ser niños recién nacidos con posibilidades infinitas y capacidades increíbles, que es lo que somos los seres humanos...
En ese momento -mientras Kase O iba de un lado a otro del escenario, diciendo todo eso- lo miré con respeto, con un respeto que sólo he sentido hacia muy pocos en mi vida. Era un hombre noble. Realmente noble. Era un artista verdadero.
—El micro y yo, historia de un amor loco. Yo era un romántico, me llamaban...
«¡¡¡Kase O!!!», grité con todas mis fuerzas, una y otra y otra vez, en ese estribillo de Filosofía y Letras, hasta que dijo:
—... Nena, tira esos tenis y ponte unos tacones. Nos vamos a Las Vegas, una bonita ciudad, para morir bebiendo...
 Solté una lágrima con esa última frase que me había llegado hasta lo más profundo de mi alma desolada. Luego, Javier recitó el famoso diálogo entre Sera y Ben,  de la novela de John O'Brien: Adiós a Las Vegas, y claro, incluido en la adaptación de cine:
—... Aparte del olor a alcohol y de algún babeo ocasional, algunas veces dices cosas muy interesantes.
La muchedumbre gritó, seguramente reventando tímpanos, y Kase continuó:
—... la ciudad de los casinos, la ruina, la decadencia, la mafia, las putas, estripers, guardaespaldas. Fuentes luminosas te reciben en el hotel, nena. Helipuertos en las azoteas. ¿Quieres ir a un combate de boxeo? No tengas miedo. Vas conmigo. ¿Ok? Así es como se baila el Tango en Las Vegas...
Recordé la famosa frase de Ben en la película: «No sé si mi esposa me dejó porque empecé a beber o si empecé a beber porque mi esposa me dejó.», y en ese instante, Kase al fin cantó la primera rima:
...Para tu música y escucha la mía, hoy es mi día. Mira a mis enemigos sin energía. Oye, no hay quién me folle, voyer, joder, soy un destroyer, hice mis cosas ayer, ¿no crees? La vida está llena de sinsabores, chica. Yo no pretendo que te enamores, sólo portarme bien para meterme en el Edén, y luego que no falten chicas y soben a éste joven...
...Hey, Galilea, qué fortuna la mía. Es el amor al sexo sin amor lo que me guía...
Cómo olvidar esa rola de 1999. Era el himno bohemio del mejor raper en habla hispana. Kase la alternó con Amarga Billis.
... Sólo veo gente drogándose. Chico, puede que yo acabe igual, no sé. Muchos se han perdido y no van a volver. Olvidaron ya lo que querían ser...
Recordé a mi vieja pandilla. Muchos chicos nobles y talentosos perdidos en el miedo y la desilusión. Muchos muertos, otros viviendo en lugares lejanos, algunos sobreviviendo, pero la mayoría acercándose más al olvido en la historia.
... Si pudiera yo devolverles el brillo. Si yo pudiera les daría otra vida entera, porque amarga mi bilis esta visión, y pone miedo en mi corazón. Me trae pena, tristeza y le pone rabia a mi labia. Ay, si del mundo yo tuviera el timón...
¿Alguna duda sobre por qué uno casi siempre resulta antipático?
Al terminar la rola, Kase se mostró consternado y declaró:
—Estuve encerrado en casa, escribiendo mi disco y tal, muy concentrado, no sé lo que hay en el exterior, vengo aquí y me abruma todo esto. Quiero venir a expresarme. ¿Me dais libertad para venir a expresarme?
El público le respondió con un estridente alarido de complacencia, y entonces soltó:
Libertad, Yo. Dime Libertad, Libertad, Yo...
... Hay que joder con los cánones, los hábitos y las costumbres. Hay que ser único en la muchedumbre.
... Sé objetivo porque todo es relativo. Exceptuando que estás vivo...
... Dónde estás amor, contesta. Protesta mi corazón porque en él no está la respuesta...
... Ya de pequeño tuve una visión. Dulce inocencia: vivir con poco, y aún sigo en manos de la providencia...
... Mirando al cielo surgen miles de preguntas. Y yo en el suelo siento que las hago todas juntas...
Amar, pensar, juguetear, experimentar, todo el tiempo. Sólo así podríamos ser un poco libres. Tal vez.
Nadie cesó de cantar. Absolutamente nadie.
Sin tomarse un descanso, los músicos ejecutaron la pista de Presente:
... Chico, la realidad es una ilusión. Chico, la realidad es una visión procesada. No sabemos nada es la cuestión en cuestión...
Hacía poco, Kase había cumplido 34 años de edad y 21 de trayectoria en el rap. Los artistas son muy diferentes a los profesionistas. Entre más viejos son los primeros, se vuelven más sabios. Los segundos, en cambio, más inútiles para una sociedad que marcha y desecha a toda velocidad.
... Usa tu inteligencia y tu corazón, pues al final será juzgada, premiada o castigada cada acción...
... Tengo el propósito de volver a volver a empezar...
De algo estaba convencido: la música es la mejor terapia. Kase me infundía mucha calma con sus potentes letras.
Los músicos modificaron el ritmo y soltaron una serie de compases más alegres. Las mujeres se alebrestaron demencialmente cuando sonó: Ninguna Chavala Tiene Dueño. Por mi parte, me enfoqué en el ritmo. Por esa ocasión, la cosa era exclusivamente entre el concierto y yo.
... Tengo estos versos que devoran rebaños en mi cabeza como una enfermedad durante todo el año.
Quieres posar desnuda y yo te retrato, pero no hay verso sensato para tu hermosura. Siempre nos queda el futuro y la duda de si esto durará...
Mujeres: sol y luna, origen y fin, risa y llanto, razón de vivir o morir, sueño y pesadilla, el todo y la nada. ¿Un oxímoron? ¿Una paradoja? ¿Las dos más grandes partes contradictorias coexistiendo en un mismo ser?
Freud no lo resolvió en 30 años. De algo estoy convencido: ante ellas, los hombres estamos acabados.
Billete de ida Hacia la Tristeza contribuyó a continuar con la caída en picada:
... A esta boca no le faltan vasos, no le faltan besos, le sobran excesos, y también fracasos y vomitinas. Veo a Dios en las esquinas de mi cama, y hoy me ha escrito un telegrama: no te rindas...
Siempre tenemos lo que queremos, pero nunca lo que necesitamos. El eterno círculo vicioso.
... Mírame, estoy llorando y no sé por qué. Quizás ayer fui un borde por deporte y hoy lo recordé. Quizás fueron las ruinas que dejé detrás.
Por eso hoy no le temo al fuego pero sí a las cenizas...
Sin lugar a dudas, el mal más tortuoso para el hombre es la buena memoria.
Tuve la impresión de que ningún otro domingo me sería tan placentero. Sin alcohol, sin problemas románticos, sin libros, sin trabajo, sin escuela, sin preocupaciones, sin violencia, pero con música verdaderamente apasionada. Eso era lo que estaba haciendo de ése domingo, algo imborrable.
Los Magnéticos se detuvieron unos segundos, y cuando el saxofonista volvió a resoplar fuertemente en la boquilla de aquel maravilloso instrumento, mi pecho se contrajo, y gracias a esa emoción espontánea, dos lágrimas resbalaron por mis mejillas cuando escuché:
Ciudad Colmena bajo el sol de verano. Litronas llenas de cerveza frías de mano en mano. Dicen: vidas sin rumbo. No exactamente. Aún mi corazón ardiente quiere ver mundo...
Que no Hay Alcohol se había convertido en mi rola preferida. Los días de entusiasmarme con el rap hardcore de Javier ya habían pasado a formar parte del desván. La rola era una confesión muy honesta donde él se reconciliaba consigo mismo. Y por qué no decirlo, también yo.
... Me acostumbré a delirar y conversar con el gusano de mi angustia. Me cuesta respirar a ésta industria. Paso por mil estados diferentes, tía. Leo las mentes ¿Te imaginas? Seguro que sí...
... Tengo que llevar a cabo algunos proyectos. Lo peor es que mi mirada pierde su efecto ante tus efectos, y acabo vomitando mis defectos mientras lloro hasta que duermo, subo al cielo y es perfecto: no hay alcohol...
... Hay en mi cerebro ruina y mierda en la cocina y tristeza de oficina en cada esquina del papel. Todo el mundo opina, pero sé que al final sólo quedo yo de pie tras la batalla cruel...
¿Insurrecto, renegado, rebelde, soñador, disidente, solitario? ¿Nadie se ha sentido así?
Cuando terminó la rola, Kase expresó:
—Tengo una historia. Ayer, mientras pedía unos tacos al pastor, le dije a la chica...
Y cantó:
Concédeme un instante. Quizás me encuentres interesante...
"Quieres" exaltó a todos los machos Alfa. En lo personal, esa rola ya no me emocionaba como antes. Aunque su contenido era muy certero, sonaba muy resentida. Tal vez hemos sufrido constantemente por la inestabilidad y las indecisiones habituales de las mujeres. Pero no podemos negar que en ciertos momentos tenemos una estupenda coexistencia.
Luego de eso, Kase cometió la noble imprudencia de invitar al escenario a Erik Santos. Fue horrible. Prefiero suprimirlo.
Más tarde, Escandaloso Xpósito también fristaleó un poco. A casi nadie pareció afectarles aquellas dos inesperadas incursiones.
Kase prosiguió con ScareFace:
... Amor de Gangster: amor sin miedo al dolor...
Si es así, todos deberíamos ser Capone. Me cae.
Y por fin, ya avanzado el toquín, los bellos rasgueos de una guitarra de requintos anunciaron: Como el Sol. Los asistentes comenzaron a aplaudir al ritmo de la rola:
Me siento el progenitor de una gran prole, el profesor loco, el preferido del cole. Me siento como aquel profeta multitudinario, el propulsor de este flow extraplanetario...
El poeta había asistido una vez más al DF. ¿Por qué le dieron el premio Príncipe de Asturias al estúpido Bob Dylan? ¿Por qué Vargas Llosa ganó el Nobel? ¿Por qué las letras más claras y profundas suelen ser ninguneadas y las abominaciones muy vanagloriadas?
... Vivo en la grieta de un corazón roto. Me siento el más alto rey, el hacedor de nubes. Y si mi estilo aprieta, haré que te desnudes...
La gente batía palmas tan estricta y armoniosamente como si fuera una reunión dominical de cristianos.
... Mi estilo es como el sol: nada alrededor de mi costado, nada alrededor de mi costado. Mi estilo es como el sol: fuera de control. Solo, soltero y solitario...
¿Aparte de mí, alguien también puede resumir así su vida durante los últimos diez años?
En el segmento final, Kase exclamó:
—El público deseáis cantar, venga: Ooo o o o ooooo...
—¡Ooo o o o ooooo!
—Ooo o o o ooooo...
—¡¡¡Ooo o o o ooooo!!!
La noche subió de tono. Antes de la rola siguiente,  Kase contó una historia muy espiritual, respecto a un moje al que vio sobre la cima del Popocatépetl, y que durante los últimos 163 años no ha ingerido ningún alimento sólido ni líquido, porque ya sólo se alimenta del silencio cósmico del universo.
Mediante la síntesis del proceso biológico de una planta, hizo una analogía del hombre: la semilla, la planta, la flor, y el fruto.
Lo cantó en una bella improvisación que duró algunos minutos. Y enseguida de eso, interpretó Muere:
... En éste arte he aprendido en trillones de años que sólo el manejo de mi mente puede causar tremendos daños. Puedo tirarlo al suelo con un sólo pensamiento. Tal es el poder de mi viento si me concentro...
Siglo tras siglo, la mente sigue siendo la mejor arma de combate. Aún lo creo.
...Yo no vine al mundo a aprender sino a crear. Somos maestros de samplear y del arte de MC. ¡Ahora muere!
Tras una minúscula pausa, prosiguió con Blue Pepper. Ni si quiera permitió que nos recuperásemos del sobresalto. Todos comenzamos a brincar por esa rola de cierta forma más metalera:
Los domingos soñamos con ninfómanas. En mi balcón, Diego y yo dijimos: no va a más. Y sí fue a más porque al sábado siguiente dos de nosotros acabamos frente a la bañera, vomitando...
... Le dije: hazme un favor. Me dijo: háztelo tú con tu mano. Le dije: te estoy hablando de amor.
Me dijo: enséñame el gramo y hablamos...
... Tú eres tan peligrosa, tan peligrosa. Pero tan deliciosa...
Muy en el fondo, todos somos cautivados por mujeres frívolas y dementes. No hay quién lo niegue.
Luego, Cantando aligeró el relajo.
... Suave como una nube voy a ser vapor. Un ave que sube y sube, sin motor. Quiero irme, morirme, saber lo que hay después y volver para contártelo metido en un cuerpo mas firme...
... Y es que cantando yo me pongo bien. La vida va mucho mejor. Con tal de llegar a fin de mes. Con tal de llegar a fin de mes...
"Cantando" sonó estupenda en esa versión jazzera. Ninguno dejábamos de menear la cabeza y trazar surcos con las manos en el aire.
Más tarde, Boogaloo aumentó la diversión:
Pon pon atención. Quédate con mi canción. Fiestón de estilos en mi habitación...
Kase se contoneaba de una forma graciosa. Me agradaba que no se tomase en serio la pose de raper y que se abandonase al público y a la música. Un par de veces exclamó que México había sido el mejor público de su gira. Eso no importaba. Todos cumplíamos el cometido de darle rienda suelta a los sentidos.
... Mi gran dolor: te vi volar, me vi reír y bipolar me vi llorar...
Al terminar esa pista, los músicos se despidieron, y al cabo de cinco minutos regresaron, y entonces, Kase interpretó con mucho vigor "Renacimiento".
... Soñaba que volvía a respirar (bien), y he saltado de la cama con las pilas al cien, teniendo ideas, oxigenadas, de lo que quiero hacer una visión clara,
Ya no hago un drama por nada... La vida era distinta como yo me la tomaba. No es hacer, no es tener, es ser. Es amar, es crear, no es huir ni temer, yo, si me olvidé de mi mismo por demasiado tiempo da igual, porque hoy es mi renacimiento...
Aquel rapero que en sus inicios, y que durante gran parte de su trayectoria, fue tildado como un verdugo obsceno, ahora daba un vuelco para mostrarse como un MC listo, sabio, gentil, pasivo, propositivo y entusiasta.
Tal vez a muchos los ha disgustado. En mi caso, a veces evito seguir desvariando al suponer que él y yo llevamos vidas paralelas. Al menos en la cuestión emocional, claro.
Al final, los asistentes clamaron y clamaron por la clásica Ballantines. Y por supuesto, Kase y los Magnéticos complacieron con la versión de las Furious Sessions:
Sentado en el borde de la cama vomitando, gritándole a mi madre, que en el marco de la puerta está llorando.
«Joder, chaval, vas como una cuba. Tu padre ha ido a buscarte, espérate a que suba».
"Estoy borracho mama, déjame en paz. Déjame acariciar la almohada, no puedo más. Mucho Pollo Bravo y demasiado Ballantines. Pollo Bravo que ves en el suelo, junto a mis lagrimas..."
Ballantines como forma de vida. Vida perdida por la mujer y la bebida. He perdido el rumbo pero soy feliz con soledad, jazz y whisky...
Finalmente, entre tantos gritos y silbidos, Javier Ibarra se despidió incitando a todos a que recordaran esa noche que nunca volvería a repetirse, y expresó lo mismo que en el cierre del toquín con Violadores:
—Nos vemos en vuestras habitaciones.
En el Oxxo de la cuadra siguiente, compramos jugos y cervezas. Luego nos dividimos y algunos caminamos un buen trecho hasta arribar en la estación del Metro Polanco. En menos de 20 minutos llegamos a Mixcoac.
Después de acompañar a la chica hasta su casa, continuamos la velada en la cuadra de la mía hasta que sólo quedamos tres.
Cerca de las cinco am me despedí y entré sigiloso a casa. Antes de irme a la cama, acudí a la cocina y me jambé unos trozos de jamón con queso. Pensé en mis viejos amigos, en mis antiguos pasatiempos, en los amores antaños, en los noventa, en lo excesivamente antipático que yo era, en los libros que no he leído, en la música que aún no he descubierto, en los amigos que nunca se han ido, en las personas que aún quiero, en las que he vuelto a querer, en por qué los melancólicos no son atractivos, en por qué la gente sonríe tanto cuando no debiese, en por qué no puedo dejar de pensar y recordar...
Masticando lentamente el bolo, me fui directo a la cama, cantando:
—La pluma y yo, historia de un amor loco. Yo era un romántico, me llamaban...

Violadores del Verso siempre fue la banda



Por tercera vez vi la hora y la fecha en el monitor de mi compu y aún no lo asimilaba. Eran las 5:40 del siete de diciembre. Por fin terminaban los cuatro meses de espera para el toquín de Violadores. Los conocía desde el 99, gracias a una cinta puesta en el Vocho de El Cine, un grafitero de un crew muy pesado de Pantitlán con el que yo patinaba entonces. Era su tercera visita a México, pero ahora tenían más fama y material. Y además yo ya estaba más maduro, más destruido, más experimentado. Ahora ya entendía y sentía completamente sus letras.
Apagué la máquina, saqué los boletos ocultos en una bocina de mi estéreo y los entusé en un bolsillo de mi chamarra bombacha. El Chávez me había llamado en la mañana para decirme que me recogería a las 5:30. El Harry acababa de avisarme por el chat que venía en camino a mi casa. Era seguro que casi toda mi pandilla se lanzaría. Aunque del resto aún no sabía nada.
El frío ya pelaba machín. Según la hora impresa en los boletos, el toquín iniciaba a las 8:00. Teníamos tiempo de sobra. Terminé de tragarme las cuatro quesadillas tibias que me había preparado en un comal y salí a la esquina para reposar en la banqueta mientras mis compas llegaban. Dos chiquillos chutaban una pelota entre los postes de luz de la cuadra, y un grupo de vecinas chismosas discutían en un zaguán decidiendo quién recibiría en su casa a la virgencita. Me aparté hasta recargarme en un árbol y esperé zangoloteando las manos para desentumirme. En menos de lo pensado el Harry cruzó la avenida, y sin pena ni gloria comenzó a contarme su lío de la noche anterior con la Lore, su ex morra desde hacía seis años.
—¿Por qué son así las morras? —me preguntó en determinado momento.
—Son el origen de la vida y el mal.
Y no lo decía en broma. Todos los males de la humanidad tienen al menos una mujer involucrada: la belleza, la depresión, los hijos caprichosos, el insomnio, los pésimos conductores de autos, el sexo, los celos, las tarjetas de crédito sobregiradas, los hombres tontos y seguros, las guerras, la lujuria, el papiloma, la poesía..
Justo a mitad de nuestra terapia de banqueta, el Chávez me llamó pidiéndome que lo alcanzara en casa de Carlitos. Según, ambos aún intentaban esconderse entre la ropa algunas bolsas Ziploc rellenas de güisqui para meterlas de contrabando al concierto. El Harry y yo avanzamos despacio para prolongar la cháchara.
Frente a la entrada del edificio de Carlitos grité dos veces, pero ni rastro de ellos. Justo al dar media vuelta para abandonar la unidad, mi fon vibró y contesté. Era la voz del Chávez:
—¿Dónde estás?
—Frente al depa de Carlitos.
—No los vimos. Acabamos de salir. Te veo en la explanada.
Los topamos a medio camino.
—¿Quién más irá? —le pregunté, ya rumbo al Metro.
—Pues ya no sé —respondió—. Nadie me confirmó.
Cerca de las Torres de Mixcoac me encontré con Chucho, que apenas regresaba de la FIL en Guadalajara.
—Te pasaste de verga —me espetó abrazándome—. Caminé un buen buscando el libro que me dijiste, y todo para que no lo quisieras.
—Estaba más caro que aquí —contesté.
Chávez agregó impaciente:
—Si quieren les preparo un café.
Le expliqué a Chucho adónde íbamos y me despedí abrazándolo y retomando la ruta.
De pronto, los celulares de todos sonaron simultáneamente. Yo no respondí el mío, pero el resto sí. Carlitos me miró contrariado y dijo:
—Es Julián. Dice que vayamos a su casa, que Jesús también quiere ir, pero que fue a dejar a Juanita a su casa. Mejor les digo que los vemos allá, ¿no?
—No —dije—. Vamos a su casa. Yo quiero irme con ellos.

Julián abrió el portón al primer timbrazo y de volada nos encaminó a su cuarto. Me tumbé en un sillón individual y subí los pies a un banquillo, observando el semblante idiota de todos  amodorrándose sobre la cama. Estaban ansiosos y muy contentos. Julián encendió su laptop y puso rolas de Violadores para ambientarnos. Más tarde, Carlos, Chávez y él discutieron para ver quién forjaba un toque.
—Divina juventud —les solté—. Ahora la discordia es por estupefacientes. Antes era por morras.
Todos rieron un poco y siguieron en lo suyo.
—Me siento en una novela de Irving Welsh —me murmuró El Harry, con la capucha de su chamarra puesta y con los dedos entrelazados sobre las rodillas.
—Hoy todo el mundo cree ser Hunter Thompson.
Al cabo de media hora llegó Jesús y quiso darse un baño, pero nos opusimos y lo obligamos a irnos así.
En el camino se descararon machín. Fumaron sin parar por casi todas las avenidas que cruzamos. El olor a cedro me persiguió inevitablemente.
En la taquilla del Metro me di cuenta que no estaba el poli, así que me brinqué los torniquetes. El Harry hizo lo mismo. Pero en ese instante el poli pasó corriendo junto a nosotros, con un radiotransmisor en la mano. Alguien le había dado el pitazo. Los otros tuvieron que pagar boleto.
En el andén atascado de comerciantes recogimos al Pollo, que nos esperaba desde hacía minutos. Al menos alguien de mi edad me haría compañía. Sobre la marcha platicamos un poco y en cosa de segundos abordamos el siguiente tren.
Afuera de la estación San Joaquín, me abroché la chamarra y me amarré las agujetas, intentando ubicarme. Antes de que yo propusiera algo, el Harry sugirió que enfiláramos en línea recta sobre la avenida para rodear La Pencíl.
—Más vale evitarnos pedos —expresó encabezando la fila.
Yo sabía que él conocía bien la zona. Durante un tiempo había vivido por allí, dentro del camión de redilas de su cuate Moncho.
Atravesando un centro deportivo, el Chávez confesó que se le antojaba una chela. Julián lo secundó, y entonces todos desearon lo mismo.
—Vamos a chingarnos unas chelas en corto —dijo Julián—. Así nos empedamos de volada y entramos entonados al toquín.
—Como en el de Underworld —añadió Carlitos—. Ese día fue otro pedo con un ajo encima.
Yo no le encontraba sentido a la acción. Me dije a mi mismo: Violadores es una de mis mejores bandas. Vengo a disfrutarla al cien. ¿Por qué verla con mis sentidos atrofiados? ¿Qué hago yo con tanto veinteañero? ¿Por qué no jalo con gente de mi edad? Entonces recordé a mi amigo Humberto. Una semana antes me había pedido que le ayudara a elegir un traje para la confirmación de su hija. También recordé a Karen, que me había invitado al cumpleaños de su hijo. Me imaginé a mí mismo aventando el volo, bailando "Sopa de Caracol" con alguna tía dejada, cuidando a los chiquillos en los inflables, repartiendo el pastel en las mesas, escuchando a mis amigas hablar sobre el nuevo tono de las paredes de su recámara. El Chávez me sacó del trance preguntándome:
—¿Hay pedo si nos estacionamos por chupe?
—Nah. Vamos por sus cheves.
Y entonces paramos en la primera tienda que encontramos.
Mientras todos le inflaban como bestias, me puse a jugar en una maquinita colocada junto a la entrada de la tiendita.
—Estás cabrón —me dijo Carlitos—. No puedes dejar un rato esas madres, ¿veá?
—Es que no soporto ver borrachos.
—No seas mamón. Bien que le entrabas machín. ¿Entonces cómo le hacías?
—Nunca me acercaba a un espejo.
Chávez espetó:
—Mejor ya vámonos. Tengo que entregarle su boleto al Miguel. Ya está allá esperándonos.
Dejé mi juego a medias y los demás marcharon aplicando la copa caminera.
A las afueras de Salón 21 me reencontré con viejos compas. Después de trece años, casi todos ya eran grafiteros reconocidos. También saludé a muchos que no recordaba, aunque al parecer ellos a mí sí. Y de igual forma ignoré a algunos indeseables de mi generación en la universidad.
Julián se alejó con Jesús para comprar el boleto que hacía falta. Eran exactamente las 8:00 y la gente ya estaba entrando, pero aún así, muchos preferían seguir fumando macoña fuera del sitio. Sin avisar, Chávez fue a buscar una tienda cercana para armar una caguama. El Harry y el Pollo fueron en busca de más cuates. Al final, opté por quedarme un rato con el Miguelito, recargados en una barda.
Cierto tiempo después todos retornaron, y además se adhirieron el Alien, el Efras, su hermano, y otros tantos que andaban por allí para cotorrear.
Nadie respetaba la fila. Sin titubear le pasé al Miguelito el boleto del Chávez y entré con el Pollo y el Harry, buscando los baños. Desde el Metro andaba aguantándome. Cuando los encontramos, el Pollo y yo ocupamos mijitorios y el Harry entró a un retrete.
—Te sientas bien para que no te salpiques —le grité al Harry sin dejar de mirar hacia el frente. Instantáneamente todos los que andaban meando intentaron suprimir las risotadas. De vuelta en el recibidor vimos el alboroto. Miguelito armaba bronca con un mocoso que era retenido por los de seguridad. Una vez más sacaba a relucir su complejo de mini Rafael Márquez. Uno de los amigos del chico contrario se acercó a mí y me dijo:
—Venimos a cotorrear. Yo calmo a mi compa y tú calmas al tuyo.
—Yo no sé —le respondí indiferente—. No me traje su pechera.
Mientras los demás se encargaban de calmar los humos, me fui a inspeccionar el escenario con el Harry y el Pollo. Cuando regresamos, ya nadie estaba. Sin pensarlo demasiado volvimos al salón principal.
El audio potente emitía el fatbeat de un asqueroso rap gansta. El logo oficial de la banda abarcaba todo el fondo del escenario, y en el centro del mismo, un estrafalario Dj simulaba orquestar aquellos ritmos de moda. Había chicas chulas por todos lados. Y gorras de visera plana, y casacas, y pantalones ajustados, y tenis de bota, y chamarras abultadas...
La escena había cambiado un poco. Los tenis de concha, las gorras de béisbol, las botas amarillas, los gorros Kango, las sudaderas Ecko, los pantalones Fubu… En verdad que todo había cambiado a lo largo de trece años. Fuimos a la zona de bebidas, esperando encontrar algún conocido. Y al doblar en una escalera alguien me jaló de un hombro. Era Efras y su hermano, formados frente a la escalera para que les colocaran los brazaletes de la zona VIP. Le pregunté si sabía dónde se encontraba el resto, pero meneó la cabeza y dijo que ya ni el cel le respondían.
Volví con el Pollo y el Harry al centro de la pista. La valla de contención había desaparecido entre la multitud. El Dj empezó a mezclar un asqueroso dubstep. De pronto tuve la impresión de encontrarme en un taquín de Skrilex o algo así. Al poco rato logramos torcer a los demás. Quince minutos antes de las 9:00, los asistentes abuchearon al Dj hasta que no soportó más y se fue desconcertado.
Todos nos lamentamos haber llegado tarde. El lugar estaba hasta la madre de adolescentes. Los rucos se apelotonaron hasta el fondo. Ya no había un sitio disponible con buena vista al escenario. Deambulamos alrededor del público intentando hallar una zona por la cual introducirnos hasta el frente, pero parecía prácticamente imposible. Neta que no quedaba espacio alguno para transitar, excepto a los costados. Sin tanto devaneo planeamos abrirnos paso todos juntos por la fuerza.
La perrada se encontraba muy desesperada. Cinco minutos antes de las nueve, el coro de: Rumba, Rumba, Rumba, Rumba..., hizo retumbar todo el recinto. Cuando las luces se apagaron, la gente gritó enloquecida. Entre las sombras conseguimos ver a alguien que se acomodó tras la tornamesa. Los gritos de: Rumba, Rumba…, aumentaron. Y entonces Rubén Cuevas, sin más preámbulos, dejó correr un par de vinilos que emitían el intro de Natural Born Killaz.  Los reflectores del frente se encendieron al tiempo que los otros tres integrantes aparecieron en el escenario. La gente gritó de una forma demencial, agitó las manos, y Lírico, iluminado por las luces, repitió: «Con las manos en el aire. Con las manos en el aire, México», unas cuatro veces, y entonces oímos el primer estribillo que decía:

Esto es así, no lo puedes cambiar, estamos en el rap de por vida
esto es así, no lo puedes cambiar...

 Violadores comenzaron con La Cúpula, una de las mejores rolas del disco de Sho Hai. Aproveché el lapso de euforia general para colarme un poco más. El espacio era extremadamente reducido. Eché un vistazo hacia todos lados. Los brazos suspendidos en el aire me impedían ver más allá. Mis amigos y yo formamos una fila. Pero sin consultarme, los culeros me lanzaron al frente. Aún así, a base de codazos y empujones bruscos logré llegar justo a la mitad de la multitud.

 .. Ábrete a la puerta del sonido
deja que saque mi estilo animal
Mira qué nivel hemos cogido
digan lo que digan, chico, no es normal
Nada le debo a nadie, tío
me lo he tenido que trabajar...

Por eso admiraba a Kase O. No era un afeminado poeta o ningún escritor patético, o un Mc gansta estrafalario. Era un rapero autodidacta con rimas crudas, claras y profundas. Muy superior en forma y contenido a muchos que se dedican a las letras.
Oyendo a Kase O comprendes que nadie puede enseñarte a hacer nada. Todo es por tu cuenta, siempre y cuando seas lo bastante listo.
El calor de los cuerpos aumentaba rápidamente. Mis axilas se empaparon en un dos por tres. El vapor de tantos cuerpos empezaba a tornar los alrededores en un completo sauna. La mota contribuía a hacer más sofocante el asunto. Por delante y por detrás me apachurraban con fuerza. Perdí el aliento varias veces, pero me reanimaba alzando el rostro, respirando las escasas brisas de aire fresco provocadas por el movimiento de todos.
Sin pausa, Violadores continuaron con Sólo Quedar Consuelo:

... noches en vela, poetas sin sueño
hasta que la rima por fin como un perro huele a su dueño...

 A veces, cuando hacía trabajos de la universidad por la madrugada, me desesperaba, pero siempre ponía a Violadores y pensaba que así era la cosa: perder el sueño para ganar unas cuantas frases.

 Asómate prendió más el entusiasmo:

 ... Asómate a este precipicio,
verás niños prodigio,
Hip Hop como un oficio,
nena, mi rap suena en cada edificio,
esto implica sacrificio, una virtud y un vicio...

 Lírico era acertado. He visto a las mentes más talentosas en las calles, nunca en los centros de “producción artística” como escuelas, talleres, seminarios, etc. He visto a la gente más creativa hacer las compras en el supermercado, y paradójicamente, a la más torpe dar cursos de escritura, pintura…

 Después vino un popurrí con Pura Droga Sin Cortar, Nada Más y Nada y Todo de Hate:

 … Tengo los nervios destrozados, depresión tras depresión,
No es fácil ser quien soy, pero,
cuando me siento el mejor como hoy,
Veo la luz y pienso: pfff, vaya cruz que llevas tú,  homeboy…

 En ese momento, Kase me parecía todo un bohemio, todo un existencialista. El Jean Paul Sartre de la rima.
Posteriormente, Sergio Ramírez, alias Hate, alternó con el agradable dancehall:

… ¿Ir de flor en flor alivia? Pues a mí no me va
yo no voy con los tiempos actuales, niños
para mí, chatear es ir a beber chatos de vino
la vida sube, los tiempos cambian
Orange, Apple, ¿desde cuándo la fruta fue tan cara?
Jodida puta mierda
si formase una familia, seriamos los Ousborne y no los Beckham
¿Eres más de la Jenny Farlópez o de Britney Speed?
Yo de ninguna, nada por mi nariz
tú pasas de todo, sí, menos de curso
tú eres dos tontos muy tontos en uno…

 Aquella última pista del popurrí apaciguó a la muchedumbre.“Nada y Todo” era una de las pocas rolas de Hate menos nihilistas, un poco entusiastas, podría decirse. “Yo no voy con los tiempos actuales, niños”. Al fin alguien me comprendía. Eso pensaba desde los quince años. Y seguramente lo seguiré pensando.
La presión entre los cuerpos era más intensa. Y el calor se había elevado a tal grado que respirabas un aire muy denso, muy  espeso. Por momentos, pequeños flashes originados desde el interior de mis ojos me obstruían la visibilidad. Una de mis piernas empezó a adormilarse. Intenté quitarme la chamarra pero sólo conseguí zafarme una manga. Ni siquiera podía meter un brazo en el bolsillo de mi pantalón. Nubes y nubes de mota me causaban picazón en la garganta y en las fosas nasales. Media chamarra colgaba de mi brazo derecho. Olvidé eso cuando los primeros bombos de Rap Sólo Universidad retumbaron:

 …Caminando por la calle, mi grupo es mi escolta
he visto un nuevo par de tetas en la jota
he visto a Mc´s a la deriva sin saliva
yo en el rap de verdad tener habilidad decisiva
es mi misiva, hasta el día que pueda escapar,
estudiar el mapa, secuestrar a una chica guapa
Violadores del Verso hacen rap duro y tú,
y tú también tienes flow pero en el culo…

 Sí. Rap sólo Universidad. Normalmente las palabras de un rapero son más asertivas que las de un académico. Estuve casi siete años relacionado en el ámbito universitario. Algo me había aportado, pero a decir verdad, no tanto como el rap español.
Tuve que abrir un poco las piernas. Mi viejo cinturón ya no servía y mi pantalón estaba cayéndose despacio. Ni siquiera intenté subirlo. Sentí como si fuera un trozo de mortadela apretujada entre cuerpos más altos y fornidos. Me concentré en  la base de Nada Más:

 … Aún con el peso de la responsabilidad cayendo en nosotros
yo empiezo donde acaba el ingenio de otros
Un ritmo hardcore es lo que nos mueve
el parecido está en buscar el encanto a los días cuando llueve…

 No cabía duda. Sobre el escenario rapeaban cuatro pesimistas. Es decir: cuatro optimistas bien informados.
Después, “Ocho Líneas” se disparó de los vinilos de Rubén Cuevas:

 … Que yo no creo en las personas normales,
lo que yo digo es: " todos somos especiales"
yo no soy un genio, era un vacile, pero sí soy un mago:
pienso en las canciones que quiero escuchar y las hago.
mirando el lago como Narciso, merezco un friso,
a ti sólo te salva el ser yo un vago poetizo…

 Arrogantes donde tenían que serlo y humildes con quien debían. Aquello era el sello distintivo de Violadores.
Traté de regularizar el ritmo de mis latidos. Respiré muy hondo y despacio pero no mejoraba. Pellizqué con fuerza mis cachetes, sin sentir sensación alguna. Mi rostro estaba adormilado. Entonces me percaté que después de casi siete años de no darme unos jales, volví a pachequearme. Me había borregueado con tanto jiter encendido. Además, el forcejeo me había desgastado demasiado. Tenía dificultades para mantenerme erguido. Apenas conseguía mantenerme en la marea de adolescentes. Mis pantalones permanecían a media asta. Por un momento pensé tirar la toalla y colocarme junto a un bafle, lejos de la parte central. Ya estaba a tres personas de llegar a la barra de contención. Iba a pedirle al chico del frente que me subiese los pantalones. Lo medité un poco y mejor me contuve, y alcé otra vez la cara y me concentré en la siguiente rola.
Información Planta-Calle atrapó a todos:

   Te dicen que eres libre, que tienes poder
pero en verdad es mentira, una ilusión más que perder
Te dicen: “lábrate un futuro, no es complicado”
pero no cuentan historias de borrachos arruinados
Que la suerte no castiga al que se esmera dicen FP o carrera
pero nada de la mierda que te espera
dicen normal será que te utilicen, por un sueldo te ridiculicen
si esto ocurre, diles que te la barnicen
Y cuando salgas, muéstrale tus nalgas impolutas a esas putas
porque no hay curro que valga esa pena…

 Trabajos de mierda, futuros calamitosos, esperanzas mínimas, pero voluntades inquebrantables. Pensé que tal vez nadie en el lugar comprendía que Javier Ibarra representaba un ícono de la Generación X. Los 80 y 90 se han borrado del imaginario colectivo.
Entonces, “Qué Te Importan los Demás” le sucedió:

… La soledad es mi palacio, saboreo despacio,
Dale tiempo y espacio a éste necio,
Pues creció en desprecio y rechazo hacia cualquier flechazo
Dame tiempo y espacio y dámelo a buen precio
Que yo te haré apreciar el silencio y el cansancio,..

… Fabricáis jóvenes locos
Competitividad es el demonio de la educación que dais
Exijo cultura y motivación..., y buena intención
a los profesores de esta nación…

 Violadores también tenía un ramalazo de conciencia social. No sólo era una banda introspectiva. Pocos grupos mantenían ese equilibrio entre la crítica individual y la social.

 Luego, Soldado del Día Día alborotó a las medianías. Aunque los ritmos y el flow de Lírico en su disco solista eran un poco flojos, sus letras seguían siendo de alto calibre:

 … Hay que pararse a pensar, son tiempos difíciles,
la dificultad nos hace más ágiles.
El hombre del mañana es el soldado del día a día,
mi rap es como un himno sin melodía.
Soldados no dan tregua, el lema es: Fight the Power.
Si no hay zumo en la nevera pues un vaso de agua.
Desangrados en el paro curan su herida en el alcohol,
tratando ver algo claro, son los lunes al sol…

 Y enseguida de eso se fliparon otro popurrí con Trae Ese Ron, No somos Ciegos, Zombies, De Paso y Tarántula:

…Vengo del mejor grupo que parió una puta llamada
España, puta España, ¿ok?, me cago en el rey,
 Vivo en la montaña, bajo a la ciudad ¿y qué me encuentro?: maldad
en los niños,
Hay 41 grados ahí fuera, no sé qué será, pero me
da que es en la atmosfera, y la peña no se entera,
Si no hay justicia no hay paz y vuestro puto: “todo por
la patria” me hace vomitar,
escuchad, la ley subyuga, los pájaros se quieren fugar
No, los niños ya no juegan por jugar…

Recordé que una vez, un amigo de Barcelona me había contado que Violadores era una banda intrascendente en Europa. Tal vez tenía razón. El talento siempre es apreciado fuera de su lugar de origen. La pista se detuvo, Kase hizo una pausa, y entonces cantó:

… tan sólo quiero que me expliques cómo vas a ser fiel
cuando yo coja el micrófono y te olvides de él
¿Quién va a parar a tu pasión?
¿Tu razón de cojón?
No conocí a ninguna en ninguna relación
represento a la mentalidad sueca con beca
completa-mente loco por pecar
no me perteneces, no te pertenezco
sólo cuando aparezco y con mi luz te busco
te dije: yo te haré soñar y soñar está bien
pero de vuelta a la realidad ¿estarás conmigo al 100 por 100?
(no sé)
 pues déjame soñar solo mi drama
y cuando quieras algo trascendente en la cama
me llamas
después de aquella bronca, cariño se escribe con "K"
y fuerte aquella noche la volvimos a montar
como 2 jóvenes, y empezó a llover
conozco un piso franco y nos tuvimos que mover
mi habitación era un jardín botánico.
y el amor no es matemático, pero hay caricias calculadas
y hay versos calculados,
con mi lengua en tu espalda escribí un soneto raro
afuera la lluvia desafinaba
y dentro, otra lluvia pero de confeti en tu coño estallaba
mi cuerpo está en tu cuerpo
¿y quién nos separa?
Sí, mi alma nos miraba desde el techo con cara rara
cuando me escuches, cuando te duches
recordarás aquella lluvia
¿pero tú? tú estás mejor en mi memoria
Mc´s  estáis mejor entre el público
real como ésta historia
nuestra línea divisoria…

Las chicas terminaron encantadas con ése trozo  de Ninguna Chavala Tiene Dueño.
No somos Ciegos se mezcló inmediatamente:

  aprendimos a sacar de donde no hay,
lo que buscas te lo pongo ahí, Javi dijo: lo pasamos guay
Otras veces perdemos la ilusión por todo, pero de todo se cura
sabemos que la amargura existe y pasa factura…

… Lo que no sepas qué es, ve y tócalo…

… Las modelos se entienden con toreros y no con poetas…

 Lírico tenía razón. En comparación con las generaciones recientes, éramos una generación más amable, más criticable, y criticona, muy realista, pero entusiasta a su manera; con amores frustrados, pero con una curiosidad inagotable y unas ganas de vivir desbordantes.
Zombies incitó la rabia del público:

 … Nuestro amigo ya está fuera de sí, en fin, el diablo está en él,
Le aconseja ahorrar lo suficiente,
Encerrarse para siempre en algún lado,
Morir sin ser enterrado,
Bueno sí, en el lodo de su mente,
Y así continúa este dúo, el búho y la serpiente,
Como describir ese drama,
Ese infierno interno, en el frío invierno, el eterno, camino a la cama caliente,..

Decenas de fantasmas en el Salón Cuervo corearon furibundos: Hardcore rap nunca morirá, hardcore rap nunca morirá…, y luego: Violadores es el clan, Violadores es el clan…
Acepté que quizás estaba entre puros muertos existenciales sintiéndose por un momento vigorosos. La rola más hardcore de su último disco provocó que el público se desgañitara.
Entonces Lírico se abalanzó al frente. Kase O comenzó a bailar graciosamente, Hate lo imitó, y  Lírico recitó Con Calma: 

No es fácil formar parte de este mundo sin volverse loco
me como el coco, vivo la vida, vacilo un poco
le echo azúcar, ¿me comprendes? Lo hago en tu idioma
¡perdona! De corazón, real, sin que suene a broma
porque hay formas y formas y esas son las que empleo
la música sale por la ventana de mi keo
estoy en albornoz, al loro no se pase el arroz
el chico nuevo del barrio, se está corriendo la voz
sin estar gordo es como si lo fuera
este culo que tú ves venir no cabe por la acera
tengo que coger lo que quiero y por eso lo muevo
me he puesto un traje bonito, hoy me siento como nuevo
me han dao gracias por estar y también porque existo
hasta me han besado la mano como al Conde de  Montecristo…

Por un momento mi cuerpo pudo moverse libremente. La gente se había distribuido un poco hacia los lados a causa de tanta emoción. Aproveché el suceso y me subí los pantalones, manteniendo la chamarra aún colgando de un brazo para no perderla. El sudor me tenía absolutamente ensopado hasta los huevos. Juro que jamás había sudado tanto en mi vida. El agua salada me escurría a mares. Entonces De Paso me cogió desprevenido. Su base elaborada con una rola de los Creedence aumentó el alboroto. Supuse que el disco de Sho Hai por sí solo hubiese complacido a los asistentes. El Dragón Hate vociferó su rap etílico-nihilista:

… Para pasar mal rato métete en mi cuerpo
un segundo y vive mi vida
y muere unos años en tan sólo unas milésimas…

…Yo vine para pasar el rato,
estoy aquí de paso, aprovecho por si acaso,
yo, yo trato de no venirme abajo
porque casi todo lo que veo no es de mi agrado…

 Eché un vistazo al rostro de los que me rodeaban más cerca: Rostros jóvenes, alegres, extasiados. No quería hacer alarde, pero me dije: ¿Cuántos de éstos maricas con mesadas generosas, autos obsequiados, depas financiados por papi, playstations, novias guapas, amigos jipis, educación solventada y demás, se cagarían si por un momento les surcara en el cerebro la película de mi vida?
Algunas morrillas lograron subir al escenario, pero no tardaron en ser tacleadas hacia el piso por los de seguridad.
Espontáneamente, una base extraña –al mero estilo afroamericano- desplazó a De paso y Kase exclamó:

—Hey, Hey…, hey, hey… ¿Dónde están las chicas en México DF? Que hagan ruido. Las que mueven el mundo ¿Dónde están?

La conciencia me traicionó. Era tanta mi emoción que también grité como desesperado junto a las mujeres. Después del bullicio, Kase rimó:

 Pon atención. Quédate con mi canción
Fiestón de estilos en mi habitación
Aquí es donde quedo con la inspiración
Si se esconde sube la iluminación
Co pon, pon que rimo lo que pienso con precisión
Nada se resiste a mi seducción
Sexy es hoy mi exhibición
Exijo Martini como Paul Desmond
Espectáculo noctámbulo
Calculo cada rima pa’ causar furor
Mi glándula, veneno de tarántula,
Los saco fuera, el micro tiene válvulas
Mi gran dolor, te vi volar,
Me vi reír y bipolar me vi llorar,
Solo, desolado, Co, sin luz solar,
Ritmo rápido para descontrolar
Con pocos bombos, compongo
Bongos, troncos, impongo diptongos…

 —Si Yo digo Kase, tú dices: O. Kase:
—OOO
—Kase:
—OOO

—Decid: Rumba
—Rumbaaa.
—Rumba.
—Rumbaaa.
—Danos más.
—Danos maaás

… Hip down. Hip, hip, hip Down… Hip, hip,. Hip, hip, down, down.

…El rap que no pare, que no pare el rap…

 La base fue divertida. Habían conseguido exaltar a todo el mundo. Violadores tenía esa cualidad que no manifestaba ninguna otra banda de rap reciente. Siempre experimentaban con sus propias rolas. Tenían la habilidad de cambiar bases, flows, letras. Se reinventaban todo el tiempo sin dejar de ser los mismos.
Hate no quedó conforme con Tarántula, se emparejó a Kase y soltó A Las Cosas Por su Nombre:

… Le quité las telarañas al micro y lo saqué del cofre,
y me juré que siempre llamaría a las cosas por su nombre,…

… Me siento solo y con pena
aunque siempre sé la hora, en éste, mi desierto, es un gran reloj de arena,
hinchado el corazón para bajar la inflamación,
de ésta herida ponedle hielo con ron.
Soledad es hablar conmigo mismo y preguntarme:
¿qué tal el trabajo?, ¿qué tal el día?, ¿hoy sales?
y si salgo, soledad es hablar con un grito y llorarle
y beberme lo mezclado con lágrimas y aún así bien te sabe…

 Sho Hai era el más antaño de la banda. El viejo barbudo con lentes en forma de corazón gesticulaba como demente y hacía ademanes exagerados. Era serio y divertido a la vez. Bailaba y saltaba. Eso era importante: bailar y saltar entre los escombros.
Los aplausos y gritos apenas me permitieron escuchar el comienzo de Nada Que Hacer:

El cielo es un hotel de 400 estrellas, pero puede esperar,
la vida es un viaje de ida,
la música es la madre de todas las ciencias
porque distrae las conciencias de una generación suicida,
hablamos el idioma del delfín
algunas rubias aprenden latín para entender nuestra movida,
 hip hop no está en los libros, está en las almas,
¿tú quieres saber más? yo te lo explico enseguida.
Soy un neurótico, un hiperactivo en paro,
sociólogo insociable que te habla bien claro,..

Nunca había escuchado mencionar mi profesión en una rola. El 90% de las personas desconocen de qué va la sociología. Siempre me había confortado entender que no era el único ansioso inestable con empleos irregulares. Otro punto para Violadores por otra rola que yo sentía personal.
Dejé de saltar y sólo me limité a agitar las manos. ¿Qué haríamos nosotros los melancólicos sin la música.
Al cabo de unos minutos, El bombo y caja de Vicios y Virtudes alternó:

… Cuando empiezo a calentarlo, si tenéis un litro levantarlo,
no estoy sereno, no hay razones para estarlo,
no estoy sobrio, no hay razones para estarlo, para estarlo, Co, levantarlo…

… Mi canción es triste y me falta la ambición,
 el “mejor que yo” no existe y nada llama mi atención
tengo el glamur de un japo, pero al menos lo hago guapo
y con mi puto grupo destapo otra botella de ron…

 Vicios y Virtudes. Poetas borrachos, escritores fumadores, putas cariñosas. Los Vicios y las Virtudes siempre se encuentran en estrecha relación. Eso es seguro.
Posteriormente, Kase levantó el micro y soltó el primer estribillo de la rola relativamente más jocosa del último disco:

Y yo, voy a beberme hasta las copas de los árboles
voy a tomar de todo menos decisiones
suave como una nube, voy a ser vapor
un ave, que sube y sube, sin motor.
Quiero irme, morirme
saber lo que hay después y volver para contártelo
 metido en un cuerpo más firme…

… Todo lo que hago es para hacerte reír
si te veo llorar otra vez me voy a tener que ir
o me va a estallar el pecho aquí mismo y
voy a mancharlo todo de dolor, que es un color feísimo
Lo primero que he hecho al despertarme: llorar
lo segundo: cagar, mierda marrón con nervios azules
será por los yogures, por el whisky, ( noo! )
quiero bañarme de vodka en un pisci, ( naa! )
Voy a liberar versos presos
voy a liberar el congreso del beso a la musa
ya no se si se usa... (su mierda es superflua)…

 Absolutamente nadie se quedó sin cantar “Cantando”. Clavé la vista en Kase O. Sabía que apenas tenía 33 años, pero su cabello ya estaba cubierto por amarillentas canas. No pude imaginar el tipo de vida que había llevado hasta el momento. No era el Kase O de los videos old school, enérgico, pretencioso, furioso. Era un hombre modesto, alegre, un poco serio; quizás amable, y muy consciente. Su imagen correspondía con sus últimas letras.
R de Rumba cambió los platos una vez más y soltó otra base desconocida. Lírico empezó a rimar a una velocidad impresionante. Javier y Sergio hicieron lo mismo con sus respectivos turnos en la pista:

…Escribo rimas frases, estrofas párrafos,
gasto bolígrafos
Escribo dedicatorias y autógrafos
Escribo mi nombre en un mármol
Escribo en mi cuarto en el bus o a la sombra de un árbol
Cualquier trozo de papel: mi pentagrama
Son canciones con sabor a drama
Rabia, amor, placer, dolor, lo que transmita el alma
Yo solo pido un ritmo
Tú dame tiempo, espacio y calma y diga dónde firmo…

… Bebo litracos litronas galimbas cuarenta onzas
Bebo rubias y negras en pintas o también en copas
Bebo y trago minis cachis quintos tercios
Bebo a morro latas de 30 y 50 cl. Me bebo de todo
Jarras de medio dependiendo del sitio
Bebo medianas en bares de barrio cañas con gas las llamas claras
Bebo tubos botijos bozales cubos chupitos arranques tapones tubitos penaltis
Todo eso me cabe…

… Fumo petardos trócolos porros canutos petas macas
Fumo chinas pedrosos placas de costo goloso
Fumo y toso los ojos rojos borrosos
Fumo estacas modo groso yo reboso humo
Bebo latas fumo pistos porrazos
Deshacer el polen o el cogollo pegajoso es un gustazo
No rechazo ni una chusta yo
Dije: pásate ese mai y hazte otro
Toma de mi goma, ésto es Sodoma
Bocanada en forma de paloma
Por la ventana de mi cuerpo asoma…

Haciendo lo Nuestro me hizo pensar: ¿Cómo descubrimos qué es lo nuestro?, y me respondí instintivamente: haciendo las cosas es como lo descubrimos, sencillamente.
La cosa se relajó cuando Lírico interpretó Gran Torino:

… Ya te digo, por eso, guapa, de ti no me olvido,
ya ha llovido, he estado jodido y eso me ha curtido,
le he preguntado al puto espejo en quién me he convertido,
y he sonreído, encantado de haberme conocido.
Me agarro los machos, me pongo derecho,
como caído del techo, dando el do de pecho.
No necesito lucir palmito, lo hago bonito,
porque valgo mucho más que todo lo que haya escrito.
Soy muy baturro, todo cabezudo, apostando duro,
más seguro de lo que hago, mucho y más maduro.
Yo ya no me creo ni mejor ni peor que ninguno…

 Y consecuentemente, después de quedar con la garganta ronca por vociferar tantos estribillos que me sabía de memoria, llegó el turno de Vivir Para Contarlo, mi rola preferida. Tal vez fue mi sugestión, pero desde su inicio, la escuché idéntica a la  versión de estudio…

Sé que provoco morbo máximo
cuando vuelvo al ejercicio con un clásico
El fruto de mi sacrificio: el verso mágico
El precio del CD es simbólico
Mi grupo es sencillez y seriedad en los propósitos
La vida es fluir,
como estos pensamientos que tratan de huir
de una mente acostumbrada a sufrir
Es mucho tiempo para darle al coco,
llamadme enloquecido, putas, nadie nace loco
Yo persigo lo imposible,
describo la belleza con un verso, a menudo incorregible
loco por producir impredecible
placer en sus cabezas
lo siento buscadores de certezas,
mi estilo es increíble
Somos el tiempo que nos queda,
la vieja búsqueda, la nueva prueba
Yo tampoco sé vivir, estoy improvisando
pues cada uno tiene que ir tirando a su manera
Hay quien se desespera, verás,
el tiempo, a veces amigo del hombre,
todo lo deja atrás
En la carrera la fatiga es normal
por eso hay que parar a respirar
Mira, el final es para todos igual
Y así mi grupo es otoño de MC’s, amarga bilis,
Javat, maestro del psicoanálisis,
convoco a mi público a la catarsis,
un nuevo verso brota bajo el Sol
y es la culminación de mi crisis

Traigo bombones y el licor de rigor
yo aún sostengo el micro con formidable vigor
Quiero ser el motor, gordo compositor,
y conservar el esplendor clandestino de un grafitero
Pero conoce mi cara y si yo te contara,
es la cosa más rara, yo soy un simple mensajero
de la palabra vivida y del error
recuerdo haber rimao' para ahuyentar el dolor
pero hoy rapeo por el premio de oírme
ya hice muchas letras ayer y no me curé
jamás pisé firme, ahora solo intento divertirme
y dejar brillante fama antes de irme

Tan sólo...

Dame un ritmo cuando falte emoción
Volvemos a contarlo con la misma pasión
Hemos reservado la mejor colección
de delirios que quisieron convertirse en canción…

… Que no estaban muertos, joder, estaban de parranda
Violadores del verso siempre fue la banda
Nos echaban en falta y eso
era la única manera de alimentarnos el alma,
sabiendo que la peña espera
algo más de lo nuestro
Traemos la ciencia en los textos,
las mismas caras, los mismos gestos
Mira tú mi energía en qué coño se transforma
Yo debo ser un caprichoso cuando lo hago de esta forma
Donde van triunfan
suena fantástico mi nombre en la boca de un fan
Si se oyen gritos
salimos por la puerta de atrás de los garitos
Otros suelen fliparlo
y eso se tiene que Vivir Para Contarlo
Pero lo admirable no está en lo que vivo,
está en lo que cuento
Aprendí que aquí y ahora es el momento
Que echarse una novia es un gran invento
Y que cada vez más el Hip Hop exige sentimiento
Somos universales pero andamos como el resto de los mortales,
ocultando nuestros miedos
Parece que no pero las guapas también se tiran pedos,
también los listos sumamos con los dedos
Vivir Para Contarlo es la ley,
te lo recuerdo tantas veces como pulses el play
En cierto modo soy culpable,
mejor dicho, responsable,
de que las cosas sean como son
mi verso es demostrable y no hay prisa
Lo que hay es un mensaje subliminal en cada sonrisa
Cuando el camino es chungo y hay que andarlo
Hoy aquí, mañana allí, no podrán evitarlo,
que yo estaré ahí para contarlo

 

… Vuelvo a marcar mi territorio con meada cual can
en este micro se cuelga el cartel de “No tocar”
En peligro de muerte, Raps se extinguen
Mi pulgar hacia abajo condena a los que no son de mi estirpe
Abre mi vinilo frotándolo con el vaquero
Mi cara se asoma en el mundo sonoro de nuevo
Aún guardo la esencia del rap en este tarro,
olor concentrado a dolor a lágrimas y a enfado
El mundo mostróme el poco amor que siente por la tierra
Y eso me enseñó el refrán de que: Gente igual a mierda
Si canto con gracia a la desgracia ¿quién es el soso?
Si mi estado normal es de tranquilamente nervioso
Terapia de choque para este estrés
Camareros también son psicólogos y encima dan de beber
Cerrar antes los bares no es la solución
Y mucha policía es siempre poca diversión
Más o menos todo sigue igual riñones filtran peor
y el corazón erosionado como roca de mar
Yo busco confort en un colchón de faquir con púas de metal,
pero este ilusionista ya no puede más
Retroceso al mono, yo no innovo, es Rap de invierno
¿Abrigan más las plumas o el cuero? cuando aprieta el cierzo
No busquéis tanto oro como decís en mi bolsillo,
como mucho plata en mi anillo y en algún colgajo
Yo cumplo mi trabajo, yo Vivo Para Contarlo,
Yo quiero ser feliz y bebo para lograrlo
El milagro es que yo siga aquí para narrarlo,
el siguiente paso será morir para el descanso…

 Vivir Para Contarlo. No hay mejor sentencia. Leer mucho, escribir más de lo que lees, y vivir más de lo que escribes.
El concierto llegó a su aparente fin. Lírico exclamó una breve despedida y la alineación desapareció del escenario. La gente no dejó de clamar más rolas con gritos inagotables. A los pocos minutos regresaron y Rumba reprodujo en la torna un loop con la voz de Ana Gabriel  cantando en ranchero: México lindo y querido. Y entonces giró los platos con una base jazz. Todos los pequeños guardaron silencio, extrañados. Volteé hacia la parte trasera, y los rostros más maduros identificamos la pista.  La complicidad generacional nos hizo reconocer el track:

… Hey, ¿son micrófonos o son bazookas?
¿es un canuto o es mi mierda la que te coloca?
¿que coño pues? Es Javier Ibarra y son sus botas
en tus costillas y en la Jota hay chicas medio…

 Casi nadie coreaba Un Gran Plan. Me decepcionó que muchos de los fans asistentes sólo  supiesen las rolas del Genios y del Vivir Para Contarlo. De repente, una chica de mi estatura, pero con el doble de peso, se prensó de mi antebrazo para recobrar el equilibrio. Entonces me vino a la memoria una anécdota.
Una vez, durante una maratónica borrachera en casa de unos primos, me desinhibí demasiado y terminé besuqueándome con una chica que me triplicaba el peso. A mitad de la finanza, uno de mis primos, bastante aterrorizado por la escena, me sujetó del rostro con ambas manos y me gritó: “No mames. ¿Por qué haces eso?”. Yo sólo le respondí quedito: “No sé. Nomás quería hacerme el loco”.
Después de reincorporarse, la gordita me sonrió y me dijo: si quieres, quédate en medio de nosotras, aludiendo a ella y  a su amiga de al lado que tenía la misma complexión. Sólo me dije a mí mismo: que no te gane la maldad esta vez, e intenté disfrutar lo que restaba de la rola.

… todo lo que hago es mejorar el hip-hop, Co,
pónmelo difícil, sí, tráeme batallas,
ya me encargaré yo de seducir a bibliotecarias,
que me manden callar,
os voy a joder,
de una vez por todas os voy a enseñar a perder,
tengo los ritmos, las letras, el estilo y los cortes,
y saben en el sur y en el norte
que tengo un plan hoy,
lanzad manos al aire, b-boys
los Violadores del Verso convierten ritmos en Rolls-Royces
Bruto, el chico más popular del instituto,
un gran plan, ves, cosa de pocos minutos…

Lírico sustituyó al Javier con su estribillo de La Ciudad Nunca Duerme:

… Si vuelvo a reconciliarme con el mundo de nuevo,
esconderé mi arma, no mi alma
No me importa si hay vida en Marte
o si París arde, esta noche llegaremos tarde
La ciudad nunca duerme
todavía funcionan los semáforos, las esquinas y los bares
no busco pasaporte perdido en la ciudad
sin brújula que me indique el norte
Las estrellas están desordenadas,
me deslizo por avenidas sin coordenadas,…

 Por fin ofrecían un taquín nocturno en el DF, en la mala broma de Dios, en el enorme malentendido, a decir de un conocido escritor cascarrabias de la capital.
Entonces Sho Hai volvió a comandar el micro, y exclamó con fuerza: Me llaman…. Y la peña respondió: El Rey de Las Cantinas…

…Sin panes bajo el brazo con un litro nací,
Cigüeña en el trayecto borracha de París aquí.
Al Mago ni tú ni tú, ¡eh! a mí ni mu,
Decid amén si tocáis huevos al avestruz.
A ver quién quiere qué
Son tontos que en maquetas en vez de darle al play habría que darle al rec
Limpio legañas, levanto de cama
Primero pie izquierdo poso en suelo, mal día cosa rara
¡Diablos! No atino no doy pie con bolo,
planes de hoy: rutina diaria supongo.
De vida simple, de vez en cuando algún que otro incentivo
Borracheras, banquetes, sexo, conciertos en vivo.
Alcoholes y tabacos me envenenan
Quizás no me fijé y no supe leer la letra pequeña
Demasiado tarde, caso archivado desde hace tiempo
Quién puede más a quién, Gran Mago o el Sergio…

… Más Tequila, Más Tequila…

 Kase relevó  de nuevo al Maestro Sho Hai, y recitó el himno del antihéroe por el que estoy seguro que el 90% de la gente que escucha a Violadores se hizo groupie:

… Sentado en el borde de la cama vomitando,
gritándole a mi madre,
que en el marco de la puerta está llorando
joder, chaval, vas como una cuba,
tu padre ha ido a buscarte, espérate a que suba,
"Estoy borracho mamá, déjame en paz,
déjame acariciar la almohada, no puedo más”,
mucho Pollo Bravo y demasiado Ballantains,
Pollo Bravo que ves en el suelo, junto a mis lagrimas.

Ballantains como forma de vida,
vida perdida por la mujer y la bebida,
he perdido el rumbo pero soy feliz con soledad, jazz y whisky,
pienso si alguna vez llegué a tener amigos,
sólo Jesucristo con el Diablo se peleaba por hablar conmigo,
tú escucha lo que es aún más triste,
soy un poeta y para mí la primavera no existe,
yo y mi ballantains, tú y tus historias,
yo fui al que amaste y ahora yo soy al que odias,
mmmmm, envidias a mis dos locos amantes,
whisky y en cafeterías elegantes,
mi futuro depende de un tubo con cubos de hielo,
mírate, mírame, mi límite es el cielo,
hablas mucho y yo no digo nada,
tu novio bebe rubia, tu chica Vega Verde…

—Decid: fiesta
—No se oye. Fiesta.
—Fiestaaa
—Fiesta
—Fiestaaa
—Orgasmooo
—Orgasmooo…
—Sois de puta madre, cabrones. Viva México, Co. Sí… Estudiad, haced mejor el país, ser mejores personas, enterarse, no quedáis callados…

Finalmente, Lírico declaró el cierre definitivo de la tocada con la rola más famosa de Violadores en América Latina:

… Que no me tiembla la mano si tengo que empuñar un micro
y poneros de mierda y de grasa hasta el puto culo,
a veces os gano tan sólo por beberme un litro
y volverme a casa preguntando: "¿quién coño es más chulo?"
Soy un abraza farolas, un peregrino,
mi antigua novia me dijo: "te veo muy desmejorado".
Ahora bebo a solas, las penas flotan en el vino...
mañana será otro día (Otro día igual).
Mi canción es triste como una puta ranchera,
quien quiera que sea el que esté ahí arriba, que me escuche:
mi cuerpo no resiste y no hay cerveza en la nevera.
Estoy pensando en follarme a mi osito de peluche.
¡No mires! O lárgate de aquí si es necesario.
No vuelvas a apostar ni un puto duro por mí,
Mierda. Las lágrimas no tienen horario,
¿a qué venís, putas? ¿A qué venís?
Mi cerebro está preparado, soy ágil como una pantera,
duermo con un ojo abierto, tengo enemigos ahí fuera.
¡Oye! Tenéis mejores formas de hacer el ridículo.
¿Por qué coño coger un micro, hijos de puta?
Dios así lo quiso. Soy un experto, no improviso.
Moriré de sobredosis si es preciso, por ser estrella.
Aviso: si veis mi huella y huele a paraíso,
es porque estuve allí ayer, pero Eva me echó.
KASE.O, tú toma hormonas.
A mí y a mis hermanos -¡qué pasa!- que nos la comas.
Soy el Amo, cada micro mil gramos.
Zaragoza, México: ¡un gran plan tramo!...

En verdad que mi pecho no soportaba tanta algarabía. Durante dos horas había disfrutado las mejores rolas de una de mis bandas más representativas en la música y en la escritura. La calle y los libros, lo fino y lo soez, el jazz hecho rap, todo condensado en el talento y el trabajo de cuatro españoles nacidos en los setentas y ochentas. La vieja escuela no estaba muerta. No del todo, pensé cuando se oyó el último tramo de Máximo Exponente.
Rumba soltó una base a menor revolución de reproducción. Estaba seguro que era de NWA. Entre la cálida despedida que ofrecían, Kase O mencionó algo que me taladró la hipófisis: Nos vemos en sus cuartos, en sus habitaciones.

 El Salón se vació en un santiamén. Aunque mi cuerpo despedía vapor como un geiser, me enfundé la chamarra y me reuní con mis amigos en el centro. El clima de la calle estaba más gélido que nunca. En la cuadra contigua hicimos una escala. Algunos robaron viñas, cheves y jugos de un Oxxo, y sin más paradas enfilamos en línea recta hasta llegar a la estación Polanco. Durante todo el trayecto de regreso me mantuve ausente, ensimismado. Reí varias veces por haber acabado absolutamente exhausto. Ni siquiera podía caminar con soltura. Pensaba en tantas cosas que el toquín me había hecho recordar…
De vuelta en el barrio acompañé a mis amigos para que cenaran en una taquería y para los últimos jales de grifa en la madrugada. Cerca de las tres mi cuerpo ya estaba demasiado molido para permanecer en la calle. Entonces Jesús y Julián se marcharon conmigo hasta que nuestro rumbo se bifurcó. Ya en casa, encendí la computadora para continuar con la descarga de ciertos discos mientras reproducía uno de Violadores. En un estribillo, Kase cantó: “La misma ropa de ayer será el pijama de hoy”. Sabía que el resto de la madrugada lo pasaría sentado en el sillón recordando y escribiendo un poco sobre viajes, personas, líos, borracheras, decepciones, romances, o  sobre cualquier otra situación que evocaría como siempre que escuchaba Violadores. Sabía que así sucedería porque simplemente, en cada momento trascendente de mi vida, Violadores siempre fue la banda.